Sobre el título de este Blog

En el último semestre del 2015 la Universidad de Cartagena, donde por razones inexplicables todavía ejerzo como docente, entró en paro estudiantil. A razón de esto, y teniendo en cuenta que habíamos entrado ya a clases con semanas de atraso, decidí darle la oportunidad a mis estudiantes que estudiaran por su cuenta "Fuerza de ley" uno de los textos del curso "Ética y Política en el pensamiento de Derrida". 

Los textos que componen los primeros ensayos de este proyecto tuvieron como propósito servir de guía de lectura de este texto y servir de apoyo a las clases magistrales que no se podían dictar a razón del paro. 

Aunque debe ser ya evidente, es necesario aclarar para que los idiotas no se confundan, que cuando se lee en el título "Derrida para Idiotas", por idiotas no me refiero a mis estudiantes, por lo menos no los de este curso. 

Los que me conoce saben que pienso sinceramente que todos somos idiotas, eso me incluye a mí, e incluye obviamente a mis estudiantes (lo siento muchachos, los acompaño en ese dolor). Pero los idiotas a los que hace referencia el título no son ellos. La razón del título obedece a un asunto completamente independiente de lo hasta ahora descrito.

Resulta que uno de mis estudiantes, entre otras un muy querido estudiante, me comentaba que alguien por ahí, que no se quien es (ni me interesa saber), le había dicho, al comentarle lo que estudiaba conmigo, que Derrida no sabía escribir, que los que lo leen no tienen criterio, que estaba perdiendo el tiempo leyendo eso, que Derrida no servía para nada, y que al leerlo estaba "perdiendo racionalidad". Acusaciones que no son nuevas y que se suman a muchas otras: que Derrida es posmoderno irracional relativista, que niega la razón, la subjetividad y la realidad, que es un pensador narcisista y gradilocuente cuyo estilo es contradictorio y por tanto inservible, que es un pensador marginal cuyos resultados son más literarios que filosóficos, que su filosofía está a favor del capitalismo y que niega la democracia, que su crítica es blanda y vacía y favorece el terrorismo de Estado, que era un payaso y hasta un idiota, que sus textos parecen más chistes que discurso filosófico serio, etc.

Pues mi reacción fue decirle al estudiante: 


"Pues el problema es que no lo entienden, si es que lo han leído. Y peor, no quieren entenderlo. Si bien es cierto que el estilo de Derrida es terriblemente complejo, por muchas razones, y que para comprenderlo se necesita mucho trabajo, y se necesita realmente estar abierto a un pensamiento nuevo, y alejarse de prejuicios, eso no le da derecho a nadie de emitir esos juicios sobre un pensador que no han estudiado con juicio. A mí por ejemplo no me gusta Hegel, no lo entiendo y no quiero comprenderlo, pero eso no me da derecho a descalificar al autor, a su filosofía y a los que se dedican a estudiarlo... Me dan ganas de escribir un texto que se llame "Derrida para idiotas", para enseñarles a esa caterva de imbéciles a respetar."

Pues ahí tienen, señores, esto no sólo está dedicado a mis queridos estudiantes, sino a ustedes, idiotas: bulto de cretinos ignorantes y prejuiciosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario